Chile Fashion Week primavera verano 2007 – 2008

El mayor evento de la escena criolla de la moda cerró una nueva edición con énfasis en el pret a porte, no exenta de polémicas.

Por: Pablo Salvador Sepúlveda

02 NOVIEMBRE 2007, originalmente publicado en: GayMagazine.cl.

Entre los más destacable de los tres días de Chile Fashion Week Primavera Verano 2007 – 2008, hay que reconocer el talento de: Edoardo Godoy, Kevin Kovek, Miguel Angel Guzmán y Jaime Troncoso que merecidamente se llevo el premio al mejor diseñador de la temporada con su colección Josefina, que recuperó el corte imperio, que nos traslada a la Francia del ego maníaco Napoleón, con todos sus excesos en materiales y colorido, texturas vaporosas, matizadas con transparencias y bordados. Definitivamente El Oso como se le conoce en el ambiente fue lo mejor de esta edición. Si  bien este es un evento de modas hay que reconocer que para parte de la prensa y del público el codearse con algún famosillo es un plus, entre las celebridades presentes hay que destacar a Antonio Vodanovic, Andrea Molina, Catalina Pulido que desfiló para Troncoso, Ángela Prieto que cerró el desfile de Campos y la participación de deportistas en la performance de la firma  Puma, como: Nicole Perrot la exitosa golfista, el ascendente defensa de la UC Facundo Imboden y la ex chica reality y futbolista Claudia Camus, Pilar Jarpa ya cabe en la categoría de celebridad, de hecho participo como modelo y espectadora. Otra modelo a destacar es Ángela Pilonetto, la novia de Marko Zaror, el protagonista de la película de acción “Kiltro”.

La presencia de firmas como Galliano y Gianfranco Ferré trajo beneficios y problemas a una nueva edición de Chile Fashion Week, si bien es cierto que eran los créditos europeos que dotaban de glamour internacional a la  jornada inaugural de lo que debe ser la fiesta de nuestras pasarelas, tal vez sea debido precisamente al afán de traer a esas firmas que muchos de los problemas de esta edición se produjeron y es ahí cuando hay que fijar prioridades y no perder la orientación. Si se cuenta con un presupuesto restringido entonces hay que optar por mejor infraestructura y modelos que destaquen cabalmente el excelente trabajo de los diseñadores nacionales. La ausencia de rostros mediáticos puede haber sido un tema pendiente para algunos, la verdad es que a mi me tiene sin cuidado porque para ver farándula eventos en Santiago hay miles pero para ver moda son contados con los dedos de una mano. Más preocupante son los atrasos y las  polémicas que estos generaron los que empañaron desde un inicio esta edición y que podrían explicar que en la edición de abril nos encontráramos con mayor público.

En un ambiente en el que suele reinar el eufemismo hay que agradecerle al exitoso diseñador Miguel Ángel Guzmán, el elegido para cerrar la primera jornada a razón de su elección como el Mejor Diseñador de la temporada pasada en este mismo evento, que haya hecho pública su entendible molestia por lo que él considera es la poca atención que la organización con el diseño nacional, desde su tribuna como panelista del programa de Red TV, Intrusos en el Espectáculo.  Nadie puede faltarle el respeto a un artista como Guzmán, tenerlo esperando dos horas para iniciar su desfile es ofensivo para él, para los medios acreditados y para el público, algo que definitivamente no debe volver a repetirse. Simplemente no es presentable que la pasarela de la sala blanca no haya funcionado en toda la primera jornada lo que impidió poder rotar los desfiles entre las dos salas disponibles. Además hay que considerar las deficiencias en la ventilación y sonido.

La apertura a cargo de los estudiantes de la UNIACC es una ventana a la innovación que se agradece en un evento en el que la creatividad compite con las finanzas, algo que es común a toda industria del lujo.  La colección Pret a Porter, otoño -invierno 2007, de John Galliano presentada por primera vez en una pasarela latinoamericana, fue el resultado de las gestiones de la empresa Tais, que además trajo a Chile la colección primavera - verano 2008 del fallecido Gianfranco Ferré, recientemente estrenada en Milano. Más allá de un diseño que es evidentemente de calidad, que no gratuitamente un diseñador se hace de un nombre en el mundo de la moda, quizás el mayor aporte haya estado en el montaje de estos desfiles, considerando que la gran mayoría de los que desfiles que se realizan en nuestro país se limitan en estos términos a la pasarela desprovista de todo elemento, en este contexto, la muestra de Galliano, que incluyó tres calabazas rojas sobre la pasarela obligó a las modelos a caminar en zig-zag, las texturas trasparentes,  pieles, gasas, sobre diseños de chaquetas y mini vestidos de la colección “Flash”. Otro aplauso a la hora de los balances se lo lleva las prendas de las tiendas Galliano, a un costo entre $100.000 y  $500.000 pesos, dieron cátedra de lo que es un pret a porte de vanguardia. Habría que hacer un cálculo muy especifico para poder determinar cuanto se gano y cuanto se perdió con la incorporación de estas dos firmas, ya que si en razón de los $60.000 dólares que se invirtieron en mostrar esas dos colecciones de Pret a Porte, es que vimos tuvimos que ver modelos con celulitis entonces el esfuerzo pierde sentido. El vestuario debe ser siempre más importante que las modelos en un evento de moda de verdad, es decir, en uno que trascienda la farándula y es por eso que uno se detiene en estos detalles.

Que el evento siga haciendo noticia por las modelos extranjeras que participan de él demuestra que la prensa nacional le cuesta aún entender las jerarquías de este negocio, este año las expectativas las generó la argentina Rocío Guirao, modelo del rey midas de la TV rioplatense, Marcelo Tinelli. Celebramos la inclusión de Guirao que es parte de la tendencia de modelos más saludables de la que se han hecho eco otras semanas de la moda en particular la londinense luego que el estigma de la anorexia cubriera las pasarelas. Mucho es lo que hay que avanzar, básicamente hay que entender que la moda es lo más importante y que todo debe servir para su lucimiento, entender que esta es una industria y que como tal debe funcionar con horarios e infraestructura  acordes, mientras eso sucede esperamos la próxima edición con la esperanza de una propuesta mejor lograda. La idea es ir avanzando y tenemos la confianza de que el equipo realizador de Chile Fashion Week puede hacerlo.